Menos mal que les queda París
Opera de París

Menos mal que les queda París

Menos mal que les queda París

París es hermoso, creo que nadie lo puede negar, tampoco se los voy a discutir en estos párrafos. Compite con Londres en su belleza. Es una ciudad donde la belleza del espacio batalla obstinadamente ante la idiosincrasia parisina. Pero os recomiendo, no te llegues a perder en París sin saber hablar francés porque tu cuerpo entero, para los parisinos, dejará de estar formado por un 65% de agua sino que empezarás a ser un 100% de una especie materia fecal con habilidades asombrosas para emitir ondas sonoras que ellos se encargaran de evadir sin remordimiento. Menos mal que les queda París a esta gente.

Repasemos cuatro breves casos para pensar y analizar:

Situación número 1:

El viaje en bus desde Barcelona a París, además de haberlo pagado muy económico, fue tenso. Viste esos partidos de fútbol que no pasan los 15 minutos del primer tiempo y ya sacaron 8 amarillas, y por dentro pensas, “Esto termina en bardo”. Bueno, así de jodido estuvo el viaje. Pero a lo que iba, (en otra oportunidad contaré más de ese trayecto) en una de las 4 paradas que hicimos ya empecé a sentir la camaradería Parisina. La situación fue muy sencilla pero sirve de claro ejemplo y de presagio a lo que iba a venir. Joven Francés y yo parados enfrente de un gran mapa que abarcaba toda Francia y alrededores. Se me ocurrió preguntarle algo, no recuerdo bien que, algo acerca de nuestro posicionamiento actual en la ruta. Su respuesta física y verbal fue la siguiente:

Movimiento corto del cuello logrando un contacto visual extremadamente efímero hacia mi persona, seguido de agudo rodeo sobre su eje enseñándome su espalda, leve agitación de su cabeza indicándome algún tipo de negación, balbuceo de alguna suerte de palabra inconmensurablemente incompleta mientras hundía su mirada en el suelo y movimiento de extremidades inferiores para alejarse de la zona.

Claro, sencillo, tajante y efectivo. Señores, Bienvenue a París!

Calle Parisina Torre Eiffel de fondo
Calle Parisina Torre Eiffel de fondo
Puente con candados en Paris
Puente con candados en París
Cocina Paris
Cocina París

Situación número 2:

Si estas enfrente de la torre Eiffel, en un espacio donde todos se están sacando bellas fotos, con una cámara de fotos prendida en la mano, te acercas a una pareja para pedirles que te saquen una foto, actividad que ellos también están realizando, además lo haces en los dos idiomas que más o menos manejas (Inglés e Español) y lo único que hacen es ignorarte completamente mirando para otro lado. La misma reacción que el sujeto de estudio del ejemplo número 1.

Ahora me pregunto yo, para que tanto espasmo con esto de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” sino son capaces de sacarte una mísera foto. Gracias, un amor.

Situación número 3:

Presten atención porque se agrava, y parece que es contagioso.

Misma situación, pero esta vez pareja de dulces Coreanitos enamorados, donde viste un coreano mala onda? No hay! Señoras y señores los orientales son todos copados! Y además son los amos de las cámaras de fotos, les encanta, las aman. Pienso, seguro se re copan y me hacen un book con la torre Eiffel de fondo, esto no puede fallar.

Pero a pesar de todo pronóstico positivo, el aire parisino no respeta fronteras, los invade, los posesiona, los penetra y finalmente los contagia. Respuesta? Lo mismo que antes pero en modo coreano.

Yo sigo sin mi puta foto con la puta torre.

Cartel Metro Paris
Cartel Metro Paris
Calles de París
Calles de París
Estilo Francés
Estilo Francés

Situación número 4:

Algún parisino copado tiene que haber. Si, los hay, y me tocó en mi viaje de París a Bruselas. Pero vienen “refurbished”.

Viajé sentado al lado de él y trató de darme charla casi todo el viaje, digo trato porque de inglés no sabía decir ni “no” y de español olvídate.

Después de mucho tiempo y esfuerzo, supe que trabajaba de seguridad en alguna parte de París. Que tenía un perro, o que adiestraba a un perro o que trabajaba con un perro, lo que sé es que me mostró videos haciendo trucos con un perro. Y que tenía un amigo en Bruselas que lo iba a ir a buscar a la estación, o al menos eso fue lo que entendí. Quizás me dijo que el perro se comió al amigo, o el amigo me quería regalar un perro, o que planeaba asesinar al amigo con ayuda del perro por eso lo entrenaba, en fin, que se yo.

Así que un abrazo grande al parisino más copado y más franco parlante que existe.

Después de estudiar estas cuatro situaciones que cada uno saque sus propias conclusiones. Quieren más data de París? Es caro y hace frío, por eso este post se tiene bien merecido su título. Menos mal que les queda Paris.

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